Vitamina K en recién nacidos

Al momento de quedar embarazada uno de los temas que más abruman a la madre puede ser el tema de las vitaminas, pues empieza a hacer ruido todo este mundo de las pastillas prenatales, del ácido fólico, de los suplementos… Pero hay una vitamina en especial de la que casi no se habla y es extremadamente importante, la vitamina K.

¿Qué es la vitamina K?

Las vitaminas son un grupo de micronutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de las células y el metabolismo en general. Cada vitamina tiene una función diferente en nuestro cuerpo, por ejemplo, la vitamina K es responsable de construir tejidos saludables a través de las proteínas, y también ayudar a la sangre en el proceso de coagulación, es decir, espesar la sangre, especialmente cuando sufrimos alguna herida o lesión, para evitar así sangrados excesivos que pueden poner en peligro nuestra vida. 

Deficiencia de vitamina K: ¿Qué dificultades puede traer?

Unos niveles muy bajos de vitamina k en el organismo pueden producir hematomas (moretones) y sangrados abundantes incluso con heridas pequeñas, ya que la coagulación de la sangre se hace más lenta. También puede afectar a los huesos reduciendo su fuerza, consistencia y aumentando el riesgo de osteoporosis en edades más adultas.

Vitamina K en recién nacidos

Los bebés por naturaleza nacen con deficiencia de vitamina K, debido a que la placenta, la estructura encargada de brindarles oxígeno y nutrición, no les brinda la cantidad necesaria de esta vitamina, y esta deficiencia se puede extender hasta los 5 o 6 meses de vida aproximadamente, cuando empiezan a consumir alimentos sólidos, pues la leche materna tampoco es una fuente significativa de vitamina K. 

Consecuencias de la deficiencia de vitamina K en recién nacidos

La deficiencia de vitamina K en recién nacidos puede causar un trastorno potencialmente mortal llamado hemorragia por deficiencia de vitamina K. Este se manifiesta con sangrados tanto internos como externos, presentándose la mayoría de veces de manera interna en el cerebro, pero sucede también en otros órganos como los intestinos y el estómago. 

El peligro de un sangrado interno es que no podemos darnos cuenta de que está sucediendo hasta que ya es muy tarde, siendo en esta caso una cirugía de emergencia la única solución para el problema, y si el sangrado se presenta en la cabeza, puede causar daños irreversibles como la disminución de ciertas funciones cognitivas.  

Dosis de vitamina K en recién nacidos

Como ya lo mencionamos, ni la placenta ni la leche materna son buenas fuentes de vitamina K, por lo que la mejor solución para la deficiencia de esta vitamina en recién nacidos es la inyección de vitamina K. Si esta inyección no se aplica, el riesgo de sufrir una hemorragia puede ser muy alto. Por eso, desde antes del parto, pregunta por la inyección y por otras recomendaciones al médico que esté atendiendo tu embarazo. 

¿Qué otras vitaminas son importantes para el recién nacido?

Los recién nacidos necesitan muchas vitaminas y nutrientes para su correcto crecimiento, pero todas estas las obtienen a través de la placenta antes de nacer y a través de la leche materna y la leche de fórmula después de nacer, así que la única vitamina por la que te debes “preocupar” es por la vitamina K.

Igual, si quieres cerciorarte de que tu bebé está teniendo una nutrición adecuada, puedes consultar con tu pediatra sobre una suplementación que pueda complementar la alimentación normal de tu bebé. Y si tienes más dudas sobre la vitamina K en recién nacidos o alguna otra cuestión, siempre puedes visitar nuestro consultorio médico virtual. Allí te estará esperando un profesional dispuesto a ayudarte con todas las preguntas que tengas.