Cuidados del recién nacido en casa

La alimentación

Es posible que tu pequeñín te pida comida cada dos o tres horas, o incluso más seguido, pues su estómago es diminuto y, por lo tanto, las cantidades de comida que necesita son muy pequeñas. Él te hará saber que tiene hambre a través del llanto, moviendo la boca o chupándose las manitos.

Llanto de tu bebé

Luego de estar unos días con tu bebé, irás descubriendo por qué llora tu pequeñín e irás entendiendo de acuerdo a la frecuencia, la fuerza y la duración. Por ahora, guíate por las causas más comunes que son: el pañal sucio, hambre, cansancio o incomodidad.

Adaptarse al llegar a casa

Llegar a casa con tu bebé supone un gran cambio en tu vida, así que no te exijas demasiado o esperes adaptarte inmediatamente después de llegar del hospital. Trata de ser comprensiva contigo misma y no pienses que las cosas solo pueden hacerse de una manera.

Baño en las primeras dos semanas

Mientras se cae el cordón umbilical de tu recién nacido, la mejor manera de mantener limpio a tu bebé es haciendo baños con una toalla húmeda donde limpies suavemente los pliegues del cuello, los bracitos, piernas y demás áreas del cuerpo.

El baño

Para no sumergirlo del todo en la bañera, puedes humedecer una esponja o paño y pasarlo por todas las partes del cuerpo de tu pequeñín. Recuerda limpiar muy bien los pliegues de su piel.

Limpia su ombligo

Debes mantener el área del ombligo seca y limpia, el resto de cordón umbilical se caerá a las 2 o 3 semanas de su nacimiento. Puedes limpiarlo con alcohol o con el producto que te recomiende el pediatra.

Baño de sol

Diariamente, en las horas de la mañana y de manera directa, asolea a tu pequeñín de 2 a 3 minutos por ambos lados. Esto muy importante porque ayuda al metabolismo de la vitamina D. Recuerda cubrir sus ojitos y genitales.

Corta sus uñas

Por higiene y seguridad, es mejor que mantengas las uñas de tu pequeñín cortas, para hacer esto, puedes esperar a que esté dormido y con un cortauñas especial o unas tijeras pequeñas, hazlo despacio y con mucho cuidado.

¿Cómo lavar la ropa de tu recién nacido?

Algunas mamás primerizas tienen dudas sobre el cuidado de la ropa del bebé en los primeros meses. Aquí te damos algunas recomendaciones para que cuides de él y de su ropa.

Antes del primer uso

Una buena práctica para el cuidado de tu recién nacido es lavar la ropa antes del primer uso, pues en la fabricación de las prendas es posible que se añadan algunas sustancias. Además, en el proceso de transporte y venta puede ensuciarse con microbios, que debemos eliminar.

¿Cómo lavarla?

Durante los primeros meses de vida de tu pequeñín, te recomendamos lavar su ropa sin mezclarla con la del resto de la familia, al igual que la ropa de su cuna. Preferiblemente, selecciona detergentes especiales para bebés o para ropa delicada.

¿A mano o con lavadora?

Puedes lavar la ropa tanto a mano como en la lavadora, pero debes tener en cuenta que en ambas opciones debe ser con agua tibia (no caliente). Si lo vas a hacer en la lavadora, asegúrate de elegir un programa para ropa delicada o lana.

Para las manchas

Es normal que la ropa de tu bebé se manche con la orina, el vómito o las deposiciones, que por lo general son difíciles de quitar. Para esto la mejor opción es actuar con rapidez y dejar las prendas en remojo. No utilices blanqueadores, antimanchas o líquidos con aditivos muy fuertes.

Nuestra recomendación

Por lo menos hasta los seis meses de edad de tu pequeñín mantén este proceso para el lavado de su ropa. Luego, puedes ir mezclando la ropa de tu hijo con la del resto de la familia e ir eligiendo un detergente para todos que no irrite la piel.

Aprende más sobre el cuidado de tu bebé en la Universidad de la Piel y sobre la hora del cambio del pañal en la Escuela del Popó.